Cómo planchar una camisa perfecta. Muy fácil

Seguramente la mayoría de nosotros no es capaz de planchar una camisa perfecta, aunque con esta pequeña guía vamos a intentar que dejar la camisa perfecta sea muy fácil.

Antes de nada debemos saber que no existe una única forma de planchar una camisa perfecta, hay muchas formas, tantas como gustos para planchar camisas. A unos les gustan los cuellos abiertos, a otros cerrados, mangas con raya, mangas sin raya, etc. Os vamos a detallar los pasos para dejar la camisa como nos gusta a nosotros, y por eso creemos que es la mejor.

1. Una buen centro de planchado y una buena tabla de planchar.

Empezamos a preparar la plancha y la tabla de planchar. Como es normal cuánto mejor sea la plancha o el centro de planchado más fácil nos resultará planchar la camisa perfecta. Quizás es un buen momento para renovar cualquiera de ellas, echad un vistazo a las ofertas que os dejamos al final de este artículo.

2. Planchar la zona de los hombros.

Nosotros preferimos empezar por la zona de los hombros, el motivo es que si la dejamos para el final podemos arrugar otras partes de la camisa al tratar de planchar los hombros.

Mirando de frente la camisa, doblamos hacia delante el cuello hasta que veamos la zona de los hombros y parte de la espalda, no es necesario que bajemos mucho hacia la espalda ya que la plancharemos por completo más adelante.

Ya la tenemos preparada para dejar el planchado perfecto de esta zona.

3. Cómo planchar los puños y las mangas

Una vez planchada la zona de los hombros continuamos con el puño de la manga izquierda de la camisa. Planchar el puño de la camisa es muy sencillo, tan solo presionamos sobre el interior del puño y al mover la plancha de un lado a otro el puño quedará planchado, es mejor si la plancha también pasa sobre la primera parte de la manga.

Planchar los puños de las camisas va por gustos, si eres de los que vas siempre remangado no es necesario esmerarte mucho, el puño quedará oculto al doblarlo por lo que puedes perder menos tiempo aquí.

A continuación llega el momento de la manga, este es un momento delicado, las mangas de una camisa siempre deben estar perfectas, y nuestra recomendación, nuestras mangas mejor sin raya. Planchar las mangas de las camisas sin rayas es la parte más complicada, pero no es imposible. Para ello debemos colocar la manga de la camisa sobre la tabla de la plancha alineada sobre la costura inferior, y vamos planchando hacia arriba. Ojo, para evitar hacer raya a la manga debemos dejar de planchar antes de llegar al borde de la manga, y dejaremos como un centímetro sin planchar. Ahora giramos la manga para dejar la parte del borde que no hemos planchado centrada, alisamos bien y planchamos de nuevo sin llegar a los bordes.

Una vez terminado repetimos con la manga y el puño derechos de la camisa y tendremos unos puños y unas mangas perfectamente planchados.

Esta tarea puede resultar mas sencilla si optamos por un tabla de planchar con manguero incorporado, como esta que os recomendamos:

4. Parte frontal y la espalda de la camisa.

Llegamos a las zonas más sencillas de planchar. Situamos la parte delantera izquierda de la camisa sobre la tabla y planchamos desde la zona de los botones hasta el lateral. En algunas camisas encontraremos el bolsillo, en ese caso intentamos alisarlo lo máximo posible con la mano para evitar que al planchar se puedan formar arrugas, no debe ser necesario plancharlo por dentro, podríamos deformarlo si no tenemos cuidado.

Continuamos girando la camisa sobre la tabla de la plancha para planchar la zona de la espalda, salvo que sea una camisa entallada no deberíamos tener ninguna dificultad. La parte superior de la espalda debería estar planchada de cuándo hicimos los hombros.

Y por último terminamos con la parte frontal derecha de la camisa.

5. Por último, planchar el cuello de la camisa.

El paso final, planchar el cuello de la camisa. Es muy sencillo y tenemos dos opciones, plancharlo doblado, de esta forma las puntas quedarán pegadas a la camisa, o bien nuestra recomendación, plancharlo abierto para que el cuello tenga un poco más de volumen y quede mejor la camisa. En caso de utilizar corbata plancharemos el cuello doblado para que quede ajustado sobre la corbata.

Siguiendo estos sencillos pasos seguro que nuestra camisa ha quedado planchada perfecta. Hay que tener en cuenta que si hemos utilizado un centro de planchado la camisa puede quedar un poco húmeda, por lo que es conveniente que se seque un poco antes de colgarla en el armario. También es recomendable que no quede muy apretada en el armario junto al resto de ropa colgada ya que puede arrugarse de nuevo.

Envíanos tus consejos o cómo planchas tú tus camisas y qué resultados obtienes.

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